- John Collins cambió este verano de equipo, trasladándose de los Hawks a los Jazz de Utah.
- Este cambio le da a Collins la oportunidad de rejuvenecer su carrera en un equipo con una rotación en la que comparte tiempo en la delantera con Lauri Markkanen, Walker Kessler y Kelly Olynyk.
El fichaje de John Collins por los Utah Jazz es uno de los movimientos más intrigantes de la temporada baja de la NBA. Después de años de estar envuelto en rumores de traspaso, Collins finalmente dejará atrás el enfoque enfocado en las jugadas individuales de Trae Young y Dejounte Murray en Atlanta, para unirse a un equipo que busca reconstruirse bajo una nueva dinámica. Collins mostró su máximo rendimiento durante la temporada 2019-2020 con estadísticas impresionantes de 21.6 puntos y 10.1 rebotes por partido, aunque solo pudo participar en 41 juegos ese año. En los últimos tres años, su desempeño ha disminuido notablemente, terminando la temporada pasada con 13.1 puntos y 6.5 rebotes por partido, sus más bajos como profesional. Con Utah, Collins podría ver un resurgimiento si logra ajustar su tiro de tres puntos, que cayó a un 29.2 por ciento, y si se convierte en una opción ofensiva más confiable. El equipo también suma a Lauri Markkanen, el anterior jugador que más mejoró (MIP, por sus siglas en inglés), además de talentos emergentes como Collin Sexton, Taylor Hendricks, Keyonte George y Brice Sensabaugh. Esta combinación puede catapultar a Collins a una posición de liderazgo dentro del equipo, si logra capitalizar la oportunidad. Esta nueva etapa con los Jazz podría ser crucial para el futuro de su carrera y su situación contractual, que incluye una opción de jugador de 26.6 millones de dólares para la temporada 2025-2026.
Fuente: Vanguardia
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